Julián Valcárcel: “La película de mi juventud, la más señalada, fue ‘Grease’, la veía una y otra vez en sesión continua hasta que a uno le echaban del cine”

06.01.2023

/ El actor albacetense tiene en el Cinema Gran Hotel y en la película infantil 'Chitty Chitty Bang Bang' su recuerdo más lejano de asistir a una sala / Afirma que todavía son muchas las personas que le recuerdan por su papel de Antonio en el anuncio de la Lotería de Navidad de 2014 / 2022 ha sido un gran año para el intérprete, que ha intervenido en dos películas, 'Cerdita' y 'Modelo 77' /

Nuestro protagonista es un actor excepcional. Su vocación la comparte a partes iguales entre el arte dramático y la abogacía. Nacido en 1966 en Albacete, fue en el Instituto Tomás Navarro Tomás, durante sus estudios de Bachiller, donde descubrió su pasión por la interpretación, formando parte del popular grupo teatral TNT. Su popularidad hay que buscarla en su papel de Antonio, en el anuncio de la Lotería de Navidad de 2014. Pero en su carrera hay excelentes trabajos en cine, televisión y en el teatro, su auténtica pasión.

¿Cuál es el primer recuerdo que te viene a la cabeza de cuando eras niño de asistir a una sala de cine?

Mi primer recuerdo de una sala de cine es el Gran Hotel, el Cinema Gran Hotel, que decía su rótulo. Recuerdo perfectamente el día en que mi madre me llevó a ver Chitty Chitty Bang Bang, una película infantil, debió ser hacia el año 69 o 70. Recuerdo con gran viveza una secuencia de la película que mostraba una fábrica de caramelos y que a mí, como niño pequeño, me impresionó. Me impresionaron los colores, parecía que con el technicolor uno podía casi saborear los caramelos de menta. Así es que sí, mi primer de ir al cine es en Albacete y en concreto al Cinema Gran Hotel.

Mi primer recuerdo de una sala de cine es el Gran Hotel, el Cinema Gran Hotel, que decía su rótulo. Recuerdo perfectamente el día en que mi madre me llevó a ver Chitty Chitty Bang Bang, una película infantil; debió ser hacia el año 69 o 70

¿Qué película de tu infancia o de tu juventud conservas especialmente en tu memoria?

La película de mi juventud la más señalada, que veía una y otra vez en sesión continua hasta que a uno le echaban del cine, fue Grease, sin duda. La música, el baile, aquellos adolescentes con más de 30 años cada uno que iban al instituto y bailaban y cantaban como locos, y un poco sinvergüenzas, a mí me impactaron.

1966, año en el que naciste, se estrenaron importantes películas. Te dejo que opines de ellas o qué me digas cuáles prefieres: El bueno, el feo y el malo, ¿Quién teme a Virginia Woolf?, Fahrenheit 451, Cortina rasgada, Al final de la escapada, ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú o las españolas La caza y La ciudad no es para mí...

De la lista de películas quintas mías del 66 hay dos que, aunque parecen muy dispares, me encantan. Una es Teléfono rojo, volamos hacia Moscú, de Kubric, que es buenísima y que veo de forma periódica. Y La ciudad no es para mí, donde don Paco (Martínez Soria) está que se sale. La veo a veces incluso en compañía de mis hijos, a los que he conseguido aficionar al cine español gracias a películas de los años 50 y 60.

Has compaginado tu carrera de actor con la de abogado. No te voy a preguntar cuál prefieres, pero sí cuál te ha dado más satisfacciones personales...

Mis dos carreras me han dado muchas satisfacciones personales. Son dos carreras distintas y en las dos he tenido momentos de mucha satisfacción y de no tanta satisfacción. He disfrutado mucho y disfruto mucho de mi carrera como abogado, ya que me gusta ayudar a la gente y me gusta contribuir a la solución de sus problemas. Y como actor, pues disfruto lo mismo, haciendo cosas que me gustan y que hacen feliz a mucha gente. Así es que sería incapaz de decir cuál de las dos ha sido más satisfactoria. Más larga la primera, la de abogado y, por lo tanto, con más variedad de situaciones. La otra, la de actor, empieza a ser larga ya, y también es muy especial.

¿Te gusta cómo se refleja el mundo de la ley en el cine? Algunas películas míticas son Matar a un ruiseñor, En el nombre del padre, Algunos hombres buenos, La caja de música, Veredicto final, Anatomía de un asesinato, Vencedores o vencidos, Testigo de cargo, ¿destacarías alguna de todas o incluirías otras?

En general, el mundo del derecho, el mundo de la justicia está más representado en el cine en su vertiente estadounidense que en la española, y todos sabemos hasta qué punto la colonización cultural nos influye. Entre las que citas subrayo Testigo de cargo, me influyó especialmente de manera personal. Y sí, añadiría una película de Rafael Gil de los años 40 que se llama El clavo, y que está basada en una novela breve de Pedro Antonio Alarcón. Esta película muestra a la perfección el proceso de instrucción español y se habla poco de ellas. Es una gran película.

Para muchos, Julián Valcárcel nació como actor con el popular anuncio de la Lotería de Navidad de 2014. Te habrán preguntado lo mismo un sinfín de ocasiones, pero, ¿qué significó para ti? ¿hay quién todavía te llama Antonio?

Sorprendentemente sí hay quien todavía me llama Antonio y me dice que les guarde un décimo y esto fue hace años. La popularidad que te puede dar un anuncio de televisión es sorprendente, ese anuncio tuvo el impacto que todo el mundo conoce. Estoy muy agradecido y contento.

Hay una estupenda película de Bardem, Felices Pascuas, cuyo hilo argumental es, precisamente, la Lotería de Navidad... ¿qué opinas del cine español? ¿qué echas de menos?

Sí, conozco Felices Pascuas, y como todas las suyas, me parece un peliculón. La he visto muchas veces y me gusta mucho. Nuestro cine español está ahora en cotas altísimas. La calidad de las películas que se producen en España no tiene nada que envidiar a la de otros países europeos y tampoco a las del cine americano. Echo de menos, eso sí, que nuestras producciones sean más industria, es decir, dinero. Y no soy muy partidario de que ese dinero provenga en su mayor parte del erario público, sino de la consolidación de una industria en el sentido en que se emplea en Estados Unidos.

Defíneme el cine de Cuerda...

¿Definir el cine de mi paisano Cuerda? Es difícil muy difícil, yo es que soy amanecista, ¿sabe usted?, entonces esas cosas pues claro que marcan y no me atrevo a definir su cine. Sí digo que era un genio, nadie pone en duda, pero si alguien lo hace se va a encontrar conmigo y, como diría Rafael Alonso haciendo de alcalde, ni caso les vamos a hacer.

2022 ha sido un buen año para ti, con dos películas, Cerdita y Modelo 77. El cine español hace cada vez más incursiones en géneros que hasta no hace muchos años le parecían ajenos, ¿no?

Sí, efectivamente Cerdita y Modelo 77 son dos películas de este año en las que participo con mayor o menor acierto, pero que son dos muy buenas películas. Las pruebas es que están ahí en los Premios Goya con varias nominaciones. El cine español está empezando a hacer incursiones en un tipo de películas que no frecuentaba y alejándose del drama íntimo o de la referencia un poco constante a situaciones históricas recientes, pero creo que lo hace con gran acierto, y cuanto más hagamos en ese sentido y más desarrollemos nuestras capacidades, pues mejor.

La industria del cine se transforma a pasos agigantados, las plataformas parece que le ganan la partida a las salas, ¿acudes al cine a ver películas?

Entiendo que no es tal guerra, es cómo cuando apareció el vídeo o cuando aparecieron los soportes magnéticos, los CDs los DVDs. El hecho de tener una película para ver en casa o poder acceder a un contenido en casa a través de una plataforma no es ningún obstáculo o no debería serlo para disfrutar de la proyección de una película en un cine, son experiencias distintas basadas las dos en el visionado de un producto audiovisual. Yo voy frecuentemente al cine, al menos una vez a la semana y tengo en casa ahora una televisión y un equipo de sonido que reproduce muy bien todas las películas, pero no es lo mismo. Por lo tanto, si los exhibidores en España y en el mundo están vivos y saben dinamizar y vender su producto, no hay conflicto entre las dos maneras de ver cine.

Has hecho cine, también teatro, televisión... cada medio supongo que debe ser un mundo, pero, ¿dónde se aprende más?

Mi debilidad es el teatro. Las técnicas para hacer teatro, cine o televisión son distintas, aunque la raíz, la matriz es la misma. Ser actor, ser actriz es una sola cosa, aunque en diferente sentido. Pero tengo una debilidad personal por el teatro porque es lo primero que hice y porque es donde me siento más libre, más contento, más tranquilo... así es que mi punto débil es el teatro.

La trayectoria artística de Julián Valcárcel en...

www.cuentosdecine.es