Albacete, ciudad de estrenos en los años 50
Las salas albacetenses competían en igualdad de condiciones con los cines de Madrid, Barcelona o Valencia en la década de los 50
A pesar de las trabas del régimen para importar películas norteamericanas, de las 58 cintas estrenadas en Teatro Circo, Astoria, Capitol y Gran Hotel en el arranque de la temporada de 1951, 50 fueron Made in USA
Furgón de la empresa Pérez García publicitando uno de los estrenos de esa temporada, Arenas Sangrientas, con John Wayne como protagonista, como se aprecia en el cartel de la cinta.
Albacete, como encrucijada de caminos, siempre se benefició de su estratégica ubicación geográfica. Y en cuanto a proyecciones cinematográficas, un tanto de lo mismo. Hubo una época en la que esta ciudad, con sus potentes salas, explotadas por las empresas Pérez García y Martínez Sánchez, fueron un referente para la industria exhibidora nacional. Quizá, como banco de pruebas, quizá, como hemos apuntado, por ser un enclave de paso.
Pero el caso es que la capital albacetense competía en estrenos con las grandes ciudades de este país. Y no se crean que hablamos de urbes de similar tamaño por población. No. Esta ciudad jugaba en la primera división del séptimo arte. Pongamos que hablamos de Madrid, Barcelona... Y digamos que era la época dorada del cine en pantalla grande, el inicio de los años 50, es decir, las películas míticas de la fábrica de los sueños que era Hollywood, pasadas por el tamiz de la censura y el doblaje, junto a las producciones nacionales, unas que trataban de vendernos que España era un imperio y otras que intentaban plantear una crítica social venciendo todos los obstáculos, que eran muchos, of course. Y algo de cine europeo y latinoamericano. Pero esa es otra historia.
Estamos en los primeros compases de 1952. La temporada cinematográfica, como el curso escolar, comenzaba en septiembre, tres meses antes. Y la ciudad, en apenas un trimestre, había disfrutado de "58 películas de riguroso estreno". Un reportaje del diario Albacete así lo certificaba. Una cifra que "nos sitúa en segundo lugar, por el número de estrenos, y en primera categoría, con Madrid, Barcelona y Valencia, al pasar por nuestras pantallas dichas películas con primacía a otras capitales".
Hay que señalar que en todo el año 1951 se estrenaron en España 178 películas, de las que 58 eran norteamericanas.
Los críticos de la época no se las prometían muy felices. Hasta el responsable de la sección cinematográfica de El Alcázar, Guillermo Linof, no ocultaba sus malas previsiones sobre el problema que presentaba la importación de películas. La cuestión es que de prosperar esos malos augurios, los aficionados al cine se hubieran quedado sin estrenos de importancia, quizá, como decía el rotativo albacetense, el público se tendría que conformar con el "reprís", al limitarse a 61 los títulos norteamericanos que se podían importar para esa temporada.
Y es que el régimen franquista ponía trabas a la llegada de los 'films' de las 'majors' estadounidenses. Cuenta Pablo León Aguinaga, del Institito de Historia del CSIC, en un artículo El cine norteamericano en España: las negociaciones para su importación, 1950-1955, que las gestiones para traer a España las películas de Estados Unidos durante el franquismo "fueron objeto de continua fricción. Las autoridades españolas intentaron controlar el tráfico de divisas generado, así como proteger y fomentar la producción nacional".
Por su parte, la Motion Picture Export Association of America Inc. buscó la ayuda de su Gobierno "para imponer condiciones más favorables a la exportación de sus productos", según León Aguinaga. Pero las negociaciones culminaron con la firma de una entente cordial en los primeros años de la década de los cincuenta. De ahí que las dudas fueran una constante entre exhibidores, distribuidores, críticos y público en general. La industria cinematográfica española necesitaba del apoyo institucional para modernizarse, y los productores norteamericanos no podían obviar un mercado como el español. De ahí que tras arduas y complejas negociaciones, finalmente se alcanzara un acuerdo cuya consecución más bien parecía una novela de intriga.
Pero resulta que de las 58 cintas de estreno exhibidas en los cines albaceteños en ese arranque de temporada, 50 fueron 'Made in USA', lo cual fue un respiro para quienes se preparaban para ver en pantalla a los Gable o Marilyn Monroe del momento.
Cines del momento en Albacete, de izquierda a derecha, Astoria, Capitol, Gran Hotel y Teatro Circo.
Así las cosas, los temores de los críticos desaparecieron, y con ello, los de los albacetenses que cada fin de semana, o cuando fuera posible, se citaban con sus estrellas en los cines de la capital, por aquel entonces, Teatro Circo, Gran Hotel, Capitol y Astoria. Pero se da la circunstancia de que incluso, hubo películas que se vieron antes en Albacete que en Madrid.
De tal forma que la empresa del Capitol y el Gran Hotel, es decir, José Pérez García, estrenó desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre 35 películas, de las que 18 fueron norteamericanas, y entre las que destacaron, a juicio del diario albacetense, La flecha rota, El diablo dijo no, Arenas Sangrientas, Tres secretos, Si ella lo supiera o Un Rayo de luz. Además, pasaron por sus proyectores nueve películas españolas, incluidas El Gran Galeoto, Debla la Virgen Gitana y la mítica Alba de América. También hubo tiempo para cuatro cintas francesas, como El destino de Juana Morel y Se escapó la suerte. Llegaron, por último, a las salas de Pérez García dos películas mexicanas, una argentina y otra sueca.
Algunas de las distribuidoras de las películas proyectadas en esa temporada.
En
cuanto a las distribuidoras de esos estrenos, fueron Fox, Universal,
Warner Bross, Procine, Cifesa, Floralva Distribución y
Peninsular, entre otras.
Por
su parte, Luis Martínez Sánchez proyectó en el Teatro Circo y el
Astoria 23 películas, de las que 12 procedían de Estados Unidos.
Destacaron en esa temporada Los Inconquistables, Mares de China,
Traición, Mundos opuestos, Las Cruzadas, Soborno, Kim de la India,
El padre es el abuelo y, por supuesto, Lo que el viento se llevó, estrenada el 31 de diciembre de 1951, como ya les contamos. https://cuentosdecine1.webnode.es/l/un-vendaval-de-buen-cine-en-el-teatro-circo/
Pero también hubo días para producciones españolas, como Brigada Criminal y Aquellas Palabras. De las cuatro francesas destacó La belleza del diablo; se pasó una inglesa, Secreto de Estado, junto con una argentina y otra mejicana. Las distribuidoras más frecuentes, Paramount, Metro, CB Films y Warner.
El rotativo albacetense, según la información, aseveraba que el cine inglés "produce poco y está estancado en su calidad"; del mejicano se indicaba que seguía "en lo mediocre". Del argentino comentaba que se esforzaba por superarse, pero "no lo consigue". También tuvo tiempo de comentar del cine francés: "Toca los extremos, produce películas deficientes, amaneradas, y otras insuperables".
¿Y del cine español? Pues así se analizaba la producción nacional del momento: "El cine español ha adelantado en técnica, en interpretación y en fotografía, y tiene argumentos para años y años si sabe tomar y hacer ágiles los que le bridan Los episodios nacionales".
La conclusión, "buena temporada cinematográfica" a pesar de todo.