Aitor Sánchez: “Quería ser paleontólogo por culpa de Spielberg y por Jurassic Park”

03.12.2023

/ La animación japonesa se encuentra entre las preferencias cinematográficas del popular nutricionista albaceteño / Películas como 'Jurassic Park', 'El señor de los anillos' o 'Solo en casa' las ha visto decenas de veces / No cree que el cine esté para enseñar a comer bien o mal, pero sí carga contra la idea romantizada del tabaco y el alcohol que se muestra en la gran pantalla /


Nacido en Albacete en 1988, Aitor Sánchez García está entre los dietistas, nutricionistas y tecnólogos alimentarios más populares y respetados de nuestro país. Películas como 'Jurassic Park' le hicieron pensar que su futuro estaba en la Paleontología, pero el destino le reservaba otra profesión, de la que se siente plenamente satisfecho y orgulloso. Cursó estudios en la Universidad de Alicante, puerta de acceso al campo de la investigación en las universidades de Granada y Bristol (Reino Unido) y en el Karolinska Institutet (Suecia). Y como divulgador lanzó en 2011 su blog 'midietacojea.com', desde el que dio el salto a Radio Nacional de España y RTVE. Con una presencia habitual en otros medios de comunicación, es cofundador del Centro de Nutrición Aleris de Madrid, pero no ha olvidado sus otras pasiones, la formación como voluntario en los scouts.


¿Cuál es el primer recuerdo que conservas de ir a un cine? ¿Y la primera película?

El primer recuerdo que tengo de ir al cine es muy difuso porque era muy pequeño. Estaban mis tíos viendo una película y yo entré al final con mi abuela para recogerlos y vi unas pequeñas escenas. Tengo la sensación y el recuerdo de que era Cariño he encogido a los niños o una película de este estilo. Y sí que la primera película o la que más me marcó cuando era pequeño de ir a verla de forma consciente y luego volver a casa con mucho miedo por si estuviera o no llena de enredaderas fue Jumanji.

Fotograma de 'Jurassic Park'.

¿Qué tipo de cine te gustaba de chiquillo y adolescente?

El cine que consumía como niño era el que me ponía mi familia, veía lo que estuvieran en ese momento visionando mi madre o mis tíos. No hacían tampoco mucha censura ni cambiaban el género de la película que estuviesen viendo, me unía directamente a ella. Cuando dependía de mí era mucho de ponerme las mismas pelis en repetidas ocasiones. He visto decenas de veces, por ejemplo, Jurassic Park; también El señor de los anillos, y me acuerdo también de Solo en casa. Todas estas pelis me las he puesto hasta el infinito

¿Sueles ir al cine? ¿Cuál es la última película que has visto y dónde?

No suelo ir mucho al cine, quizás dos o tres veces al año. La última vez fue en Filmoteca de Albacete para una sesión de cortos de Castilla-La Mancha de Abycine. La última película que he visto es Maixabel, de Icíar Bollaín, en una plataforma online.

Ibas para paleontólogo y dices que por Spielberg… ¿te gusta el cine de aventuras?

Efectivamente, quería ser paleontólogo por culpa de Spielberg y por Jurassic Park. Los dinosaurios me alucinaban y me siguen alucinando y quería haber estudiado Paleontología, pero topé con un profesor de estos que te dicen que eso no va a tener futuro, que no va a tener salida y, desgraciadamente, me quitó las ganas. Menos mal que ahora también me apasiona lo que hago.

Buscar una receta más saludable de palomitas me parece muy poco relevante. Para una vez que vamos al cine tomar unas palomitas no hace falta que sean saludables. Otra cosa sería que todos los días quisiésemos tomar palomitas de bolsa

El año en el que naciste, 1988, se estrenaron películas como Jungla de cristal, Rain Man, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Cinema Paradiso, Arde Mississippi, Willow, Las amistades peligrosas, Mujeres al borde de un ataque de nervios, o clásicos de la animación japonesa como Mi vecino Totoro o La tumba de las luciérnagas. ¿Te quedas en especial con alguna de ellas?

De todas las pelis que se estrenaron en el 88 me quedo con tres. Diría que Mujeres al borde de un ataque de nervios es clave porque me introdujo al mundo de Almodóvar. Y por otro lado, Mi vecino Totoro y La tumba de las luciérnagas porque Studio Ghibli me parece una absoluta pasada. Estas dos pelis me han marcado de forma muy distinta, además, en diferentes momentos. Y no puedo escoger entre ninguna de las dos.

Es evidente que la repercusión social del cine puede estudiarse a partir de la influencia que ejerce sobre el comportamiento, incluidas las conductas alimentarias. Un estudio de la Universidad de Salamanca analizó las 82 películas galardonadas en los premios Oscar de 2000 a 2015, y según las conclusiones, una de cada tres películas premiadas tenía relación con las conductas alimentarias, desde la obesidad al hambre y otras formas de malnutrición, pasando por la anorexia nerviosa o el tipo de alimentos. ¿El cine debería enseñar a alimentarse bien y a mostrar lo que es comer mal?

No creo que tenga que ser el cine el que nos enseñe a comer bien, ni tampoco enseñarnos conductas saludables. Haría suficiente con no romantizar algunas cuestiones que, quizás, no son tan sanas. El consumo de tabaco y de alcohol a veces se ha mostrado de una manera demasiado incipiente, demasiado sexy, demasiado romantizado, y ha contribuido en parte a que se perpetúe y a que mucha gente se quiera acercar al abuso de estas sustancias.

El popular nutricionista, durante una conferencia.

¿Recomiendas alguna película en la que se aborde correctamente la nutrición?

Es pedirle demasiado a una película que nos explique lo que es comer saludable. Nos podemos quedar con algunos ejemplos que están muy bien de la función de algunos elementos dentro de nuestra alimentación; me acuerdo, por ejemplo, de un toque de canela y cómo podemos aprender del uso de las especias. Y que la comida puede hacer que socialicemos y giremos alrededor de ella. Pero más bien la nutrición se puede recoger mejor en documentales, y recomiendo uno, Earthlings, que señala muy bien la relación que hay entre el ser humano y los animales y, especialmente, también en cómo los usamos para alimentarnos mediante la explotación animal

¿Recuerdas algún caso de cambio físico por mor del papel de un actor o actriz?

El cine tiene muchos ejemplos de cambios drásticos en el aspecto físico en los que ha jugado un papel importante la alimentación por exceso o por omisión. Se me vienen a la cabeza ejemplos recientes como Brendan Fraser en La Ballena, aunque también Chris Hemsworth, Christian Bale, y hace más años, Charlize Theron.

Una costumbre o tradición es comer palomitas en el cine. No sé qué piensas de ir al cine a comer… y en este caso, ¿qué alimentos recomiendas?

Comer palomitas en el cine o, incluso, en tu propia casa viendo una peli es lo que termina todo el ritual y lo que también nos permite transportarnos. Fíjate, me parece que el hecho de mancharte las manos cuando estás con las palomitas hace que te centres más en la comida y que, a lo mejor, no te distraigas con el teléfono móvil. Buscar una receta más saludable de palomitas me parece muy poco relevante, para una vez que vamos al cine tomar unas palomitas no hace falta que sean saludables. Otra cosa sería que todos los días quisiésemos tomar palomitas de bolsa, porque si las hacemos, además, caseras en la sartén, o en nuestro propio microondas, a partir de las semillas del maíz podemos hacer una receta bastante saludable. Yo, por ejemplo, en casa les añado especias y las hago con pimentón, con pimienta negra y, al final, tengo una variedad de palomitas bastante interesante.

En una intervención en RTVE.

¿Qué opinas de la tendencia de cines en los que puedes merendar o cenar?

El modelo de cine que ahora también te da cena o merienda lo que busca es aumentar el ticket medio. Está claro que vamos menos al cine, y lo que se está buscando al menos es que cuando lo hagamos sea una experiencia mucho más completa y, claro, que nos dejemos también más dinero para que el negocio pueda funcionar. No me parece que sea obviamente el enfoque correcto, preferiría ir más veces al cine sin tener que tomar esas cenas y esas meriendas, que muchas veces no me aportan nada interesante. Ya no entro en que sean malsanas, sino que no nos están aportando nada que me interese o me aporte algo extra. Sinceramente, preferiría que se bajase el precio de la entrada y poder ir con más asiduidad.

Las plataformas de televisión que te incitan a no levantarte del sofá para enlazar un capítulo con otro de una serie, ¿es una forma de fomentar el sedentarismo?

Claro que hacer una maratón de televisión o de episodios es sedentario. Pero creo que hay que tener en cuenta que puede ser también un momento de autocuidado, o un momento de pasar ahí el fin de semana. A veces apetecen estos eventos y los podemos incluir incluso dentro de una vida que sea activa y saludable. Lo que me parece menos recomendable es que lo hagamos de forma recurrente, que todos los días nos veamos dos o tres episodios, o que todos los fines de semana hagamos maratones. Pero de ahí, a culpar a las plataformas del sedentarismo, no; es un poquito más estructural de la sociedad, no tenemos suficiente incitación y promoción de la actividad física y en ocasiones nos falta también, sobre todo para los jóvenes, ocio alternativo para que sean más activos, senderismo y otras cosas.

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