Las cinco 'magníficas' en Albacete

18.05.2024

Un nuevo ranking que recoge las listas de las grandes instituciones cinematográficas del mundo otorga a El Padrino el número 1; en el dos Ciudadano Kane; Cantando bajo la lluvia se ha colocado en el tres; en el cuatro está Pulp Fiction, y en el cinco Psicosis


Los grandes clásicos del cine internacional tuvieron su puesta de largo en el Teatro-Circo, Gran Hotel y Carlos III, obteniendo en todos los casos el reconocimiento de la crítica, pero no siempre del público albacetense


En el cine, como tantas cosas en la vida, se puede aplicar esa frase de para gustos colores. Y hablar de las mejores películas de la historia es tarea compleja, además de arrogante. Pero hay quienes se dedican a elaborar esas listas, y en este 2024 se ha conocido una preparada en base a las selecciones propuestas por grandes instituciones del sector, como Cahiers du Cinéma, American Film Institute, IMDb, FilmAffinity, Variety o The Hollywood Reporter.

Este listado incluye un centenar de películas internacionales, y Cuentos de Cine quiere contar cómo fueron los estrenos de las cinco primeras en Albacete, con numerosas curiosidades.

Número 5

Psicosis, de Alfred Hitchcock

Cinema Gran Hotel / 27 de abril de 1961

La película de 1960, protagonizada por Anthony Perkins y Janet Leigh, a pesar de ser uno de los grandes clásicos del cine mundial, no logró ni un solo Oscar, y eso que estuvo nominada para cuatro, incluido el de mejor director. Se tuvo que conformar con premios menores.

La cinta cuenta cómo una joven secretaria, Marion Crane, después de llevarse dinero de su empresa, escapa de la ciudad y tras conducir durante horas, opta por realizar una parada en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un joven timorato, Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre.

La película rezuma tensión por los cuatro costados, pero, sin duda, es la escena de la ducha la que ha pasado a la historia del cine. Casi 70 planos diferentes para unos 45 segundos de tensión en estado puro, y cuyo sonido se logró tras usar un melón que simuló el de las puñaladas, mientras que para la sangre se desparramó sirope de chocolate. Y otra curiosidad: la música de esos escalofriantes violines fue una incorporación del autor de la banda sonora, Bernard Herrmann, que logró convencer al director, reacio en un principio.

En España la película se estrenó el 2 de abril de 1961. Y a Albacete llegó apenas unas semanas después, el 27 de abril, jueves, al Gran Hotel, como sustituta de Ben-Hur de Charlton Heston.

La publicidad desplegada por el empresario del cine, José Pérez García presentaba la película como "La emocionante e intrigante superproducción Paramount en Vistavision", añadiendo que estábamos ante la "obra cumbre" del mago del suspense, el "suspense llevado a su paroxismo".

En esos días, en la cartelera albacetense la competencia era escasa, pero no sucedía lo mismo en materia de espectáculos, puesto que en la Plaza de Toros se presentaba Radio Teatro, con canciones, bailes y melodías de los cinco continentes. Más de 40 artistas sobre el escenario en una pista "a la americana" en Relievescope, una novedad "inédita" nunca vista, según la publicidad.

Para el crítico de La Voz de Albacete, Demetrio Gutiérrez Alarcón, con esta película, su director, Alfred Hitchcock, volvía a tomar el pelo a sus fervientes espectadores, y más allá de defraudar, lo que hacía con esta cinta era provocar decepción ya que se observaba "un infantilismo travieso".

Eso sí, el periodista destacaba su admiración por el director en su faceta de realizador impecable, en su cualidad de técnico pulcro y como conocedor a fondo del complicado mecanismo de los estudios. De la misma manera, Gutiérrez Alarcón, Guti, se refería en su crítica al uso que hacía de la grúa, como instrumento básico para la captación de planos impresionantes, picados audaces y panorámicas trascendentes. Fiel a la petición del propio director, el crítico de La Voz de Albacete no desvelaba el final, evitaba hacer spoiler, subrayando el papel de Perkins y subrayando que estuviera filmada en blanco y negro como una contribución al ambiente misterioso en el que se desarrolla la historia.

La película, para la época, de continuos estrenos, aguantó en el Gran Hotel hasta el 4 de mayo, siendo sustituida el 5 de mayo por La Cuadrilla de los 11, con Frank Sinatra y buena parte del Rat Pack, y pasando a un programa doble en el Cinema Astoria, compartiendo cartelera con Elena y los hombres, de Ingrid Bergman. Y de ahí, al Productor A, donde permaneció hasta el 10 de mayo. En total, dos semanas para una película que también se las vio con los censores franquistas.

De hecho, los guardianes de la moral se atrevieron a rediseñar el montaje de su escena cumbre, la de la ducha, al entender que se veía demasiado cuerpo, mucha piel, y exigieron la supresión de diversos planos. La obstinación enfermiza robó a los españoles, a los albacetenses, unos instantes clave de la historia del cine, que se verían recuperados con los años.

Número 4

Pulp Fiction, de Quentin Tarantino

Cine Carlos IIIl / 20 de enero de 1995

Llama la atención que entre las cinco mejores películas de la historia se cuele esta película que sólo ha cumplido 30 años en este 2024 desde su presentación oficial en el Festival de Cannes y su puesta de largo en Estados Unidos. En España, la creación de Quentin Tarantino llegó unos meses después. En Albacete, la cinta se estrenó en los primeros compases de 1995, en concreto, al cine Carlos III. Fue el 20 de enero, viernes, permaneciendo en esa sala hasta el 2 de febrero, pasando al día siguiente al Candilejas I, donde estuvo un mes, hasta el 2 de marzo.

Desde luego, Pulp Fiction fue un soplo de aire fresco en esos primeros años noventa, y su llegada a nuestra ciudad supuso uno de los últimos retos que superaron los cines de toda la vida frente a los hipermercados del entretenimiento que se estaban convirtiendo las multisalas.

El guion, escrito a cuatro manos por Tarantino y Roger Avary, tomó su nombre de la literatura pulp, en referencia a las publicaciones económicas y de calidad material cuestionable que se hicieron muy populares en Estados Unidos desde finales del Siglo XIX hasta mitad del Siglo XX.

Protagonizada por Uma Thurman, Bruce Willis y Samuel L. Jackson, entre otros, devolvió al primer plano del panorama cinematográfico internacional a John Travolta. La cinta cuenta las aventuras y desventuras de dos matones, Vincent y Jules, al servicio de Marsellus Wallace, gánster que controla los negocios oscuros de la ciudad, entre ellos, las apuestas. Los dos macarras tienen encomendadas distintas misiones que cumplir para Marsellus, entre ellas, recuperar un maletín misterioso. En su encomienda, su día a día se entrelaza con los más diversos personajes.

Resulta curioso que en pleno Siglo XX, en su etapa final, esta película fuera objeto de los censores, pero no en España, sino en países de medio mundo como Francia. Los censores galos consideraron necesario eliminar del montaje para cines la escena donde John Travolta conduce bajo los efectos del chute de heroína que se acaba de meter y, sin embargo, cuando el filme llegó a la British Board of Film Classification (BBFC), el organismo gubernamental británico encargado de establecer la clasificación por edades de las películas que se estrenan, sus empleados ya estaban al tanto de la controversia, y su reacción fue la contraria: la película pasó el filtro sin problemas.

Tras su estreno en tierras albaceteñas, los críticos locales se vieron en la necesidad de comparar cualquier estreno de Tarantino posterior a Pulp Fiction. Llama la atención, por ejemplo, cómo en Crónica de Albacete, su crítico, que escribía bajo el pseudónimo de Billy el Niño, escribió tras ver Jackie Brown, que "los seguidores de Tarantino, los leales y puros, han dicho, después de Jackie Brown, que el genio continúa en forma. Hay que matizar. La mitificación de Pulp Fiction ha traído la decepción de Jackie Brown. Tarantino ha bajado el pistón de su genialidad y se ha enfangado en una película demasiado lenta". Más claro agua.

Número 3

Cantando bajo la lluvia, de Gene Kelly y Stanley Donen

Cinema Gran Hotel / 18 de diciembre de 1953

Estamos ante uno de los grandes clásicos del cine musical más glamuroso de Hollywood, con un brillante Gene Kelly, quien compatibilizó las labores de dirección con Stanley Donen, además de encabezar un elenco de artistas del máximo nivel junto con Donald O'Connor y Debbie Reynolds.

La película, que tampoco logró ningún Oscar a pesar de estar nominada para dos -mejor actriz de reparto, Jean Hagen, y mejor banda sonora, Lennie Hayton-, cuenta cómo el ídolo del cine Don Lockwood, el personaje de Gene Kelly, pensaba que lo tenía todo en la vida: fama, fortuna y éxito, hasta que conoce a la aspirante a actriz Kathy Selden, interpretada por Debbie Reynolds. La joven y la llegada del cine sonoro revolucionarán la vida de Don.

La película es un relato de la historia del séptimo arte y del trauma que supuso el cambio del cine silente al cine parlante. Y sin, duda, una de sus escenas más famosas, cuando Gene Kelly canta y baila bajo un tremendo aguacero, fue todo un reto. Así, la canción que suena durante esta secuencia y que además da nombre a la película, Singin' in the Rain, fue compuesta por Nacio Herb Brown y escrita por Arthur Freed en 1929 y, además, no estaba prevista, ni mucho menos, como pieza central de la película. Esa escena mítica se rodó durante tres días, con un Kelly al borde de los 40 de fiebre y con una técnica depuradísima de iluminación a contraluz que potenció el chaparrón.

El estreno mundial de esta producción de la Metro-Goldwyn-Mayerllegó en abril de 1952, y en España se presentó un año después, en marzo de 1953. En el caso de Albacete, el filme, inspirado en todas las Melodías de Broadway que se realizaron en Hollywood en los años 20, llegó al Cinema Gran Hotel el 18 de diciembre de 1953, viernes para más señas, y tomando el relevo de Jennie, de 1948, con Jennifer Jones y Joseph Cotten.

Para el crítico de La Voz de Albacete, Demetrio Gutiérrez Alarcón, Cantando bajo la lluvia era una "segunda edición" de Un americano en París, "pero de menos altura artística en lo que a su categoría se refiere", aunque más entretenida. Como nota, el periodista le colocaba un notable y afirmaba que la película era una especie de reportaje retrospectivo de la historia del Séptimo Arte.

De los actores, la crítica afirmaba que tanto Kelly como O'Connor bailaban el zapateado "con perfección admirable", y en cuanto a la canción del protagonista bajo la lluvia "rodada en una sola secuencia es de lo mejor". Curiosa valoración cuando, con el paso del tiempo, se supo que requirió de tres días para su grabación.

Pero no se crean que el crítico no analizó con lupa la película: "El Technicolor, bueno, aunque los faros de los coches y los disparos de flash de los fotógrafos, en la noche, aparezcan con tono rojizo, impropiamente. Se les pasó por alto que en 1927 -cuando se supone que se desarrolla la historia- no existían los impermeables de plastic que lucen los protagonistas. Aparte de esos detalles, la producción es digna de encomio".

Sea como fuere, la película aguantó hasta el 27 de diciembre, martes, ya que el miércoles, 28, el Gran Hotel anunciaba Ivanhoe, película de 1952, con Robert Taylor, Elizabeth Taylor.

Número 2

Ciudadano Kane, de Orson Welles

Teatro Circo / 26 de mayo de 1966

No sorprende que Ciudadano Kane esté incluida en la práctica totalidad de los rankings cinematográficos mundiales entre las mejores películas de la historia. Así ha sido durante décadas. Destacada como un delirio de ingenio y creación, como una clase magistral de técnica, estructura y narración cinematográfica, la primera creación de Orson Welles, no obstante, no fue bien recibida en su momento, ya que apenas logró recuperar su presupuesto.

Con una duración de casi dos horas, el guion fue compartido entre el propio Welles y Herman J. Mankiewicz, y cuenta cómo un importante magnate estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, Rosebud, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población, por lo que un grupo de periodistas inicia una investigación para aclarar el misterio.

Su estreno en Nueva York, en mayo de 1941, pasó sin pena ni gloria. Y en el resto del país sucedió prácticamente lo mismo: se fue presentando en pequeñas salas y con poca publicidad. Y todo ello debido a la presión descomunal ejercida por William Randolph Hearst, cuya vida inspiraba la del Charles Foster Kane del filme, poniendo al servicio de este boicot su enorme imperio de medios de comunicación.

Es más, el editor prohibió cualquier anuncio, crítica o mención en sus periódicos, en los cuales sus periodistas difamaban a Orson Welles. Además, pese a que optara a numerosos premios Oscar, sólo obtuvo uno, el destinado a mejor guion. Finalizada la II Guerra Mundial, la película volvió a los circuitos cinematográficos europeos, aunque España fue, de nuevo una excepción, al igual que Albacete. Y es que la película no nos llegó hasta 1966, 25 años después de su première internacional.

En nuestra ciudad fue el Teatro-Circo el cine que tuvo el privilegio de estrenar Ciudadano Kane. Fue el 26 de mayo, jueves, de 1966, presentada en la cartelera como "el film más sensacional realizado en Hollywood", autorizada para mayores de 14 años. La crítica de La Voz de Albacete, obra y gracia de nuevo de Gutiérrez Alarcón, destacaba en primer lugar que la película llegara "con un cuarto de siglo de retraso", aunque "al cabo de los años sigue siendo un film de gran calidad y merece haber sido incluido entre los 10 mejores de todos los tiempos".

La crónica agregaba que el argumento era "vigoroso" y "valiente", conservando toda su vivencia y actualidad", aunque estuviera realizado años atrás en base a la biografía del magnate de la prensa, Hearst. Para Guti, el todopoderoso editor era "interesante y de gran personalidad", y la interpretación del personaje por parte de Welles era "impresionante". También subrayaba en su análisis la calidad de las imágenes, la utilización del lenguaje cinematográfico y el montaje. "Ciudadano Kane es, en definitiva, una muestra ejemplar de lo que puede hacerse en cine cuando se posee verdadero talento", concluía el artículo de Gutiérrez Alarcón.

La película fue retirada de la cartelera el 2 de junio, jueves, siendo sustituida en el Teatro-Circo por Juzgado a la italiana, con Sofía Loren, y Cumbres Borrascosas, con Merle Oberon, Laurence Oliver y David Niven.

Número 1

El Padrino, de Francis Ford Coppola

Teatro Circo / 20 de diciembre de 1972

El 15 de marzo de 1972 se estrenaba El Padrinoen Estados Unidos, la primera parte de una saga de películas míticas dirigidas por Francis Ford Coppola basadas en la novela del mismo título del escritor Mario Puzo. Unos meses después llegó a los cines españoles. Fue en octubre cuando comenzó a proyectarse en nuestro país, y el 20 de diciembre de hace más de medio siglo llegó a Albacete, al Teatro-Circo. "Extraordinario estreno, un éxito mundial, hoy en Albacete", rezaba la cartelera en La Voz de Albacete. Tres pases para los que se aconsejaba puntualidad "por la gran duración de la película", autorizada para mayores de 14 años.

El Padrino, película en la que Marlon Brando encarnaba a Don Corleone, estaba ambientada en las décadas de los 40 y los 50 y fue todo un hito al mostrar los entresijos de las mafias italoamericanas en Estados Unidos. Pero resulta curioso que esta saga narrara hechos que se producían de forma paralela en la realidad. Y, es más, muchos de los mafiosos de ese momento tenían su reflejo en los personajes retratados en las películas. Y hasta el propio Frank Sinatra tenía su avatar en la película, Johnny Fontana.

Despertó un gran interés del público albaceteño, y la crítica local acogió muy bien la película, que contaba con un plantel de primera. Además, de Brando, Al Pacino, Robert Duvall, James Caan, Richard Castellano o Diane Keaton, entre otros muchos actores y actrices. Y además del apoyo de la taquilla, consiguió tres premios Oscar, uno de ellos al propio Marlon Brando, que decidió enviar a una mujer india a recoger el premio.

José Antonio Tendero, JAT, escribió en La Voz de Albaceteque estábamos ante una película de "extraña dureza" en su expresión, que refleja "con un verismo impresionante" los ocultos poderes y los procedimientos expeditivos de la mafia. Tras alabar el poder interpretativo de Brando, concluía afirmando: "Un padrino que bautiza con sangre y siembra la muerte". Insuperable.

También Gutiérrez Alarcón escribió su particular crónica, en este caso, desde las páginas de su Crónica de Albacete y bajo el seudónimo de Charles, afirmando que El Padrino era una de las grandes creaciones del año "film de perfecciones, con nervio, hondura y dramatismo, que pone al descubierto la telaraña mafiosa", una película "sobresaliente".

El éxito en la ciudad fue notable. Y, de hecho, permaneció en cartelera hasta el 9 de enero de 1973, casi tres semanas que la convirtieron en uno de los fenómenos de esa década.

Faltaban tres años para el fallecimiento de Franco, y la censura seguía vigente. Y El Padrino, como era menester, debía pasar el control de los guardianes de la moral. Y los documentos de la Dirección General de Espectáculos del Ministerio de Información y Turismo que se custodian en el Archivo Histórico Provincial dan fe de que la película no se estrenó ni en España ni en Albacete como debiera, sino con unos cuantos tijeretazos por orden de la Comisión de Apreciación. En fin.

Lo primero que resulta curioso repasando esa documentación es que se autorizaba para mayores de 18 años, cuando en Albacete se permitió su visionado a partir de 14 años. Pero vayamos a los planos hurtados, que fueron varios, desde el momento en el que James Caan, como Sonny Santino Corleone, hace el amor con una invitada en la boda de la hija de Don Corleone detrás de una puerta, con los gemidos correspondientes... al momento en el que, en plena noche de bodas en Sicilia, la actriz Simonetta Stefanelli como Apollonia Vitelli deja al descubierto parte de su cuerpo ante la mirada de su esposo, Michael Corleone, interpretado por Al Pacino. Además de retirar una serie de palabras malsonantes del tipo figlio di una mignotta.

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