La ‘Blanca Navidad’ que nevó en el Teatro Circo después de San Antón
Una de las películas más clásicas para las Pascuas, 'Navidades Blancas', se estrenó el 19 de enero de 1956 en Albacete
Navidades Blancas, primera película en VistaVision, se proyectó en el Teatro Circo.
La Navidad es tiempo de cine. Ha sido tradición dejar para las fiestas navideñas aquellos estrenos que por su temática, familiar principalmente, aunque también grandes producciones, podían funcionar mejor en taquilla. Y es indudable que el paso del tiempo no ha borrado de la memoria de los aficionados al cine algunas de las cintas clásicas, cuya emisión se repite año tras año, como sucede con títulos como ¡Qué bello es vivir!, estrenada en Albacete en la pantalla de los grandes éxitos, ya saben, el Teatro Circo, el 17 de abril de 1948, más de 20 días después de hacerlo en Madrid, y transcurridos dos años desde su première mundial. https://www.cuentosdecine.es/l/%c2%a1que-bello-es-vivir%21%2c-la-pelicula-navidena-que-se-estreno-en-primavera/
Y
otro de los clásicos de las Pascuas es Navidades Blancas, que
supuso, además de enriquecer el catálogo de películas navideñas,
el estreno de una nueva manera de proyectar el cine en mayúsculas,
ese sistema llamado VistaVision, formato de
película de 35 milímetros
para pantallas
panorámicas,
y que
introdujo
en
la década de 1950 Paramount Pictures
como una alternativa al invento que Henri
Chrétien bautizó bajo el nombre de Anamorphoscopey, y al
que la
20th
Century Fox le
cambió la marca y le puso CinemaScope
al
comprar las lentes anamórficas especiales para
rodar
las primeras producciones.
El caso es que la primera película de la era VistaVision fue Navidades Blancas -White Christmas en el mundo alglosajón y Blanca Navidad en Hispanoamérica-, que se estrenó en España el viernes, 15 de abril de 1955, en el cine Lope de Vega, apenas unos días después de la Semana Santa, una época en la que el país se enlutaba de este a oeste, de norte a sur. En Estados Unidos se proyectó por primera vez el 14 de octubre de 1954, como prólogo de las fiestas navideñas, lo cual tenia más lógica que la presentación tras los días de pasión, como en España. Y es que somos únicos.
Pero tendrían que pasar varios meses para que la cinta, rodada en Technicolor y que también introdujo el sistema de sonido direccional Perspecta, para que los albacetenses pudieran disfrutar con esta fábula navideña. El coliseo de la calle Issac Peral que gestionaba Luis Martínez Sánchez logró ofrecer a los albacetenses este film el jueves, 19 de enero, de 1956, dos días después de San Antón.
La publicidad de la película decía que se trataba de "un alegre combinado de melodías, espectacularidad, alegría y arte". Se proyectó en sesión continua durante varios días, de 17 a 1 horas, y autorizada para mayores. Y venía acompañada de un documental, también en VistaVisión, Visita Noruega, con unas "imágenes bellísimas del país de los fiordos y del sol de medianoche".
Una de las virtudes de esta cinta es que hizo popular uno de los villancicos más internacionales y duraderos en el tiempo, Blanca Navidad -White Christmas-, eje de una banda sonora creada por el gran Irving Berlin -autor de canciones eternas como Blue skies, Cheek to cheek y Let's face the music and dance-, aunque en realidad la primera vez que se escuchó esa melodía fue en 1941, en un programa de radio a cargo de uno de los protagonistas de Navidades Blancas, Bing Crosby, y además, en una película, Holiday Inn, de 1942, también se incluyó.
En el reparto de esta película -dirigida por Michael Curtiz-, junto al gran Crosby, Danny Kaye, Rosemary Clooney y Vera-Ellen, un elenco del que el crítico de ABC, Donald -seudónimo bajo el que se ocultaba Miguel Pérez Ferrero, escritor, biógrafo, crítico y periodista español-, señaló que "forman las dos simpáticas parejas cantantes y bailantes, que nos obsequian con sus exhibiciones de uno en uno, en duo, por tríos, los cuatro reunidos y al frente de los conjuntos".
Un cuento de Navidad en el que se narra como Bob y Phil, dos prestigiosos bailarines y cantantes que acaban de volver de vivir como experiencia propia el núcleo de la II Guerra Mundial deciden empezar a ganarse la vida con el oficio que tanto les apasiona. Para ello, optan por hacer números musicales.
¡Feliz Navidad a todos!