La película de Cifesa se proyectó
durante 23 días, desbancando a otros filmes míticos como 'Lo que el
viento se llevó' o 'Siete novias para siete hermanos'. Un vecino de la
capital acudió a verla todos los días, y en algunas ocasiones, hasta dos
veces, convirtiéndose en un fenómeno sin precedentes.