Armando del Moral, un albaceteño en la Meca del Cine

08.01.2024

El periodista Armando del Moral junto al director de cine Alfred Hitchcock y en el almuerzo del estreno de la película 'Gigante'.


Nacido en Albacete en 1916, tras la Guerra Civil se marchó de España, y terminó en Los Ángeles, donde fue uno de los impulsores de los Globos de Oro, como vicepresidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood


En 1938 realizó su primer viaje a Estados Unidos, cuando con una amplia delegación de representantes de movimientos antifascistas, cruzó el charco para buscar apoyo social y económico para la causa republicana


La mítica Blossom Ballroom lucía como siempre aquel 16 de marzo de 1949. Glamour por todos sus rincones, como cuando 20 años atrás fue el escenario de la primera noche de los Oscar de Hollywood. La cita, a las siete y media de una tarde en la que la primavera llamaba a la puerta. Pero desde mucho antes las limusinas y los deportivos hacían cola delante del vestíbulo del Hollywood Roosveelt Hotel de Los Ángeles. Nadie en ese escenario de vanidades, excesos y dólares quería perderse el acontecimiento, una nueva edición de los Globos de Oro, la sexta de unos galardones promovidos por los periodistas extranjeros afincados en la urbe californiana, quienes, en plena II Guerra Mundial, decidieron unir fuerzas y formar la Asociación de Corresponsales Extranjeros de Hollywood (HFCA), antecedente inmediato de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA).

La Blossom Ballroom acogió las primeras galas de los Globos de Oro
La Blossom Ballroom acogió las primeras galas de los Globos de Oro

Esa organización nació con el pretexto de formalizar su relación con los grandes estudios de la Meca del Cine, de tal manera que les abriera las puertas a la hora de concertar entrevistas con las grandes estrellas del momento, actores, directores, productores... No querían que se les tratara como periodistas de segunda en plena Edad de Oro de Hollywood. Y su lema, Unidad sin discriminación de religión o raza. Una declaración de principios que encajaba a la perfección con la idiosincrasia de Armando del Moral, vicepresidente en aquel momento de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood y popular periodista, no sólo en la costa californiana, sino en México entero, la tierra que apenas una década antes le acogió y le ofreció una oportunidad después de que tuviera que salir de su país en un exilio obligado tras la caída de Barcelona a manos de las fuerzas nacionales en esa guerra fratricida que se libró en España.

Mientras daba los últimos retoques a su discurso, tuvo tiempo, posiblemente, para, en un rápido flash-back, recordar algunos de los pasajes más dramáticos de su vida, los que hicieron de su existencia una carrera de obstáculos que pudo superar, no sin dificultad, pero con entereza y coraje. Armando del Moral nació el 15 de junio de 1916 en Albacete, y vivió en la calle Santa Quiteria, en el número 20, una barriada en la que aprendió a leer y escribir con un maestro apellidado Trigueros.

Con Sara Montiel y James Dean
Con Sara Montiel y James Dean
Del Moral, de joven
Del Moral, de joven

De una familia humilde, sus padres, el albacetense y comprometido anarquista Fulgencio del Moral y la cenizateña Domitila Vizcaíno, tuvieron una gran descendencia. Siento todavía un chaval, el activismo político de su progenitor les llevó a un destierro casi obligado, pasando por Xátiva, en Valencia, y Barcelona. En la capital catalana convivió con sus padres, su hermano mayor, Enrique, y tres de sus hermanos pequeños.

Cursó estudios en la Escuela Industrial de la Ciudad Condal, pero sus inquietudes políticas, influido por su padre, le empujaron irremediablemente a involucrarse en movimientos obreros, sociales y humanitarios, una perspectiva que a pesar de su brillante trayectoria profesional en el mundo del periodismo y del cine, nunca abandonó.

El primer viaje a Estados Unidos de Armando del Moral

La gala de los Globos de Oro que iba a premiar los mejores trabajos en el séptimo de los artes hechos en 1948 estaba a punto de comenzar. Entre bastidores, los responsables de la organización, de la que Armando del Moral ostentaba el carné número 9, intercambiaban impresiones sobre la llegada de los protagonistas. ¿Faltaría alguno de los grandes? La presidenta de la HFCA, Kira Appel, iba a ser la encargada de abrir el acontecimiento y dar la bienvenida a esa colección de estrellas que esperaba en esa enorme sala con decoración española a que comenzara la entrega de los galardones. 

Un popular ventrílocuo francés, Robert Lamouret; el piano de Claire Verriet; la voz de Corinna Mura, la cabaretera que, junto a su guitarra. protagonizó algunos pasajes de Casablanca en el Café de Rick, y la presentación del actor Henri Letondal fueron los entremeses de un acto en el que Armando del Moral, como vicepresidente, también tuvo su papel protagonista.

Programa del acto de entrega de los Globos de Oro, cuando Armando del Moral era vicepresidente de los periodistas extranjeros afincados en Hollywood. / Hollywood Foreign Press Association

No era nada nuevo para el albacetense lo de dirigirse a un público que esperaba su alocución. Es más, desde su adolescencia, cuando pasó a engrosar las filas de los movimientos libertarios catalanes, su presencia era requerida con cierta frecuencia en mítines y manifestaciones, como el que organizó el Primero de Mayo de 1938 en el Cine Goya de Barcelona la Alianza de Jóvenes Antifascistas de Cataluña, que presidía el albaceteño, junto con la Alianza Juvenil Antifascista Española (AJA), Fue un acto en el que compartió escenario con Rafael Bori, Lourdes Giménez, Almiro Moratinos, Ignacio Gallego y Serafín Aliaga

Mitin del Primero de Mayo de 1938 en el que intervino Armando del Moral en Barcelona.

Caricatura publicada en la prensa mexicana del periodista albacetense en 1943.

Apenas unos meses después de ese acto reivindicativo, cuando las dos Españas se batían el cobre en los diversos frentes, Armando del Moral se embarcó, junto con otros combatientes, en un viaje que pudo marcar, y de hecho, marcó su vida. Fue su primera visita a Estados Unidos. Una delegación española, con amplia representación catalana, iba a cruzar el charco para buscar el respaldo político y económico de la primera potencial mundial para la causa republicana, tomando como excusa el Congreso Mundial de la Juventud de Poughkeepsie, en el Estado de Nueva York

Una decena de activistas de diversos movimientos políticos juveniles -SIA, Fenec, FUE, JSUC, JSU...- iniciaron camino, como si de una legación diplomática se tratase, hacía Francia. Pero lo hicieron por separado, como medida de seguridad. Unos por Puigcerdà, otros por La Junquera. Desde allí, cruzaron el país galo y llegaron a París, donde fueron recibidos por el embajador Marcelino Pascua. Entonces, era el momento de partir en tren a Le Havre, para tomar en su populoso puerto el barco President Roosevelt, en el que viajaban otras delegaciones europeas. 

Del Moral, con Frank Capra y Gregory Peck
Del Moral, con Frank Capra y Gregory Peck

Alemanes, ingleses, polacos, franceses, suecos, yugoslavos... embarcaron en los muelles normandos el 4 de agosto, y el día 13 de ese mismo mes llegaron al continente americano. Armando del Moral tenía entonces 22 años, y en su visado, el que presentó a su llegada a Nueva York, aparecía como mecánico y Albacete como lugar de nacimiento. 

Aunque procedía de una gran ciudad, Barcelona, la llegada al desembarcadero neoyorkino, en la desembocadura del río Hudson, le dejó impresionado. Enormes rascacielos ya mordían el cielo de la costa este norteamericana. Su don de gentes le bastó para entablar conversación en ese viaje con billete de vuelta, y del que se trajo experiencias únicas y amistades que, con el paso de los meses, le valdrían, y mucho, para poder reconstruir la vida que el exilio iba a romperle en mil pedazos.

Registro de la entrada de Armando del Moral en EEUU en 1938. Aparece el tercero en la lista. / FAMILYSEARCH


(Continuará)

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